Superhéroes... Controlando la luz del Sol (III)
Me acabo de despertar. Llevo dos días durmiendo en mi nueva casa y todavía, en el primer momento de consciencia, me pregunto dónde estoy. Miro el móvil. Las 7.23. Me he despertado por la luz y el calor sofocantes. Están entrando unos rayos directamente por la ventana y no son del amanecer (¡quizá esté ardiendo la lavadora! ¿La apagué ayer?). Cojo un pareo y voy corriendo a la terraza a echar un ojo. Junto al tendal veo una figura humana, resplandeciente. No lo digo porque sea imponente, que lo es, sino porque brilla tanto que me ciega (¡y despide tanto calor que me va a achicharrar la ropa!). Una voz entra en mi cabeza directamente, como por telepatía. -Bienaventurado, Emilio Cendón. Soy El Hombre Sol, la personificación ancestral del Astro Rey, el eje de vuestro universo, la esencia de vuestra vida. He venido a ti para encomendarte una misión. He esperado eones y viajado por el universo para encontrarte y te he elegido para…-. -Un momento, un momento -, interrumpo. –Disculpa un segundo pero… Primero, ¿te podrías alejar un poco del tendal?, es que mi ropa está ahí detrás y me la vas a destrozar (qué le pasa a este ser, dios o lo que sea). Y segundo, si eres tan ancestral, ¿no podrías presentarte de una forma un poco más sutil?, me has dado un susto de muerte, ¡Dios!-. Me quedo esperando, cegado, con lo ojos casi cerrados, atento a que la voz le hable a mi cerebro pero nada, se ha callado. Un flash. Todo negro. Recupero la vista poco a poco y ya no está, ahora veo nubes. Se ha puesto a llover. No hace frío y me quedo ahí de pie, plantado, mojándome.
4 comentarios:
Tendal...Que bonita palabra.
Si estás en Madrid, nos veremos pronto. A ver si por independence day.
...tendal...
Estaré
Como me gusta lo que escribes. no puedo dejar de leer. Cuenta, cuentame mas...
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