Supehéroes... Controlando la luz del Sol (XXXV)
Desde hace unas semanas, quienes fueron a la Fiesta del Sol lo saben, venía recibiendo correos de una misteriosa mujer ucraniana.

Momento del encuentro con Olga, en la Puerta del Sol de Madrid (Foto: Sam.B.)
Subo al taxi, con la tensión propia del momento y ni siquiera me atrevo a mirarla. Mucho menos a decir una palabra. Llegamos a nuestro destino. El Museo Reina Sofía. Debido al retraso ha habido una serie de complicaciones para ocultar la miel en un lugar seguro.
Ella recibe un mensaje con señas de lo que debemos hacer: "Pablo se ha ido de viaje a Samarkanda.con-la llave sta dtras dl xtintor- llama a 513- besos".
No nos fiamos de nadie. A nuestro lado, dos hombres custodian un carrito de bebé y, por supuesto, sospechamos.
Tras varias deduciones, acabamos en la estación de Atocha (el viaje de Pablo). Allí encontramos el Café Samarkanda. Junto a él, un extintor. Detrás, una tarjeta de la consigna.
Al fin localizamos la taquilla 51-3.
Y DENTRO, LA MIEL DE UCRANIA.
Aún preocupados por la posible vigilancia de agentes ucranianos, salimos de allí y celebramos el Éxito. A pesar de que todo ha salido bien, sentimos cierto vacío en el adiós.
El sábado recibí su último correo.
Te encuentres donde te encuentres, GRACIAS OLGA. TE LLEVO EN EL CORAZÓN.
AHORA QUEDA LO QUE VENGO BUSCANDO DESDE HACE TANTOS MESES.
HACER LA FOTO DEL SOL.
POR JACOBO Y POR OLGA.
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