miércoles, 25 de junio de 2008

Superhéroes... Controlando la luz del Sol (IV)

(De nuevo en ambiente. Cliquen aquí con el botón derecho del ratón. Pulsen en "Abrir en una nueva ventana" y empiecen a leer) Ayer al mediodía tenía una hora para pasarme por Barra antes de hacer mi última visita del día. Llevo un bañador en el coche aunque en Barra no hace falta. El cielo está totalmente azul, el Sol en lo alto y la playa casi vacía. Vestido sólo con las gafas de sol uno se siente como un niño. Entran ganas de rebozarse por la arena y convertirse en una croqueta. Estar desnudo siempre es un lujo. Sentado en la toalla enciendo un pitillo mientras el viento de las 3 de la tarde atusa mis pelotas pero no llega ni a escalofrío. Un calada. Miro al mar. Al cielo. Algunas gaviotas pasean a mi lado. Me voy a bañar. Entro en el agua poco a poco. Está fresquita aunque al principio parece congelada. Se me activa la circulación. Al llegar a la cintura las pelotas se recogen instantáneamente, también el pito y el agua se me cuela entre el pelo del pubis. ¡Qué fresquita!. Y ahora sí me da un escalofrío. ¡Mmmm! ¡Dios, qué paz! Me quedo parado pensando en nada. Me hundo en el agua y buceo un poco. Me quedo sin aire, subo y recupero la respiración como si me hubieran resucitado. Me quedo un rato medio hundido, como los hipopótamos, mirando. Al volver a la toalla miro el móvil. Las 4.10. Tengo que irme. Me pongo a recoger y todo se oscurece (¡no, por favor!). Miro al cielo y sólo está pasando una nube. Menos mal, que tengo prisa. La nube ha pasado y vuelve a lucir el Sol. (Tú ahí, quietecito…)


miércoles, 18 de junio de 2008

Superhéroes... Controlando la luz del Sol (III)

Me acabo de despertar. Llevo dos días durmiendo en mi nueva casa y todavía, en el primer momento de consciencia, me pregunto dónde estoy. Miro el móvil. Las 7.23. Me he despertado por la luz y el calor sofocantes. Están entrando unos rayos directamente por la ventana y no son del amanecer (¡quizá esté ardiendo la lavadora! ¿La apagué ayer?). Cojo un pareo y voy corriendo a la terraza a echar un ojo. Junto al tendal veo una figura humana, resplandeciente. No lo digo porque sea imponente, que lo es, sino porque brilla tanto que me ciega (¡y despide tanto calor que me va a achicharrar la ropa!). Una voz entra en mi cabeza directamente, como por telepatía. -Bienaventurado, Emilio Cendón. Soy El Hombre Sol, la personificación ancestral del Astro Rey, el eje de vuestro universo, la esencia de vuestra vida. He venido a ti para encomendarte una misión. He esperado eones y viajado por el universo para encontrarte y te he elegido para…-. -Un momento, un momento -, interrumpo. –Disculpa un segundo pero… Primero, ¿te podrías alejar un poco del tendal?, es que mi ropa está ahí detrás y me la vas a destrozar (qué le pasa a este ser, dios o lo que sea). Y segundo, si eres tan ancestral, ¿no podrías presentarte de una forma un poco más sutil?, me has dado un susto de muerte, ¡Dios!-. Me quedo esperando, cegado, con lo ojos casi cerrados, atento a que la voz le hable a mi cerebro pero nada, se ha callado. Un flash. Todo negro. Recupero la vista poco a poco y ya no está, ahora veo nubes. Se ha puesto a llover. No hace frío y me quedo ahí de pie, plantado, mojándome.


sábado, 14 de junio de 2008

Superhéroes... Controlando la luz del Sol (II)

(Voy a ponerles en ambiente. Cliquen aquí con el botón derecho del ratón. Pulsen en "Abrir en una nueva ventana" y empiecen a leer) Ayer. Estoy en la terraza de mi nueva casa, acurrucado en una silla de chiringuito con las piernas flexionadas sobre otra silla, mirando al mar con un cigarro y una cerveza fría. El sol se ha puesto por las islas Cíes y en la península del Morrazo empiezan a encender las luces. Aquí estoy yo, mirando. Por momentos, la brisa húmeda del mar me provoca algún escalofrío. Qué gusto. Encojo los hombros. Miro las nubes. Hacia la boca de la ría son de color naranja e iluminan el mar, las que están sobre mi cabeza ya son sólo azules. Tierra adentro son naranjas pero por las luces de la ciudad. Junto las manos formando un cuenco, las acerco a mi nariz y aspiro hasta llenar los pulmones. Huelen a sal. Hago una mueca y noto la piel de mi cara tirante, por el sol y por el mar. Huelo el aire y huele como mis manos. Paso la lengua por mis labios. Están salados. También me chupo el brazo. Por puro placer. Sin darme cuenta se ha hecho de noche.


martes, 10 de junio de 2008

Superhéroes... Controlando la luz del Sol (I)

Estos días estoy de mudanza. Tengo que hacer mil viajes para llevar lo poco que acumulo. Al final parece que tengo cuatro millones de cosas indispensables. Libros, fotos, ropa, muebles,... ya saben. Aún así, estoy haciendo el menor número de viajes posible, poniéndome a prueba físicamente (con el calor que hace!). Me hace gracia porque veo en los telediarios que éste está siendo el junio más lluvioso desde hace décadas en la península. Bueno, pues en Vigo, desde el día 1, es verano. Absolutamente. Hace unos días radiantes y pica el sol. Pero vamos al tema, lo que quiero contarles me pasó ayer a última hora en uno de mis viajes. Eran las siete y pico. Los días se han alargado mucho y el sol estaba aún bastante alto. Era el último viaje del día y tenía la sensación de no haber llevado nada (estas cosas parece que no acaban nunca). Cargaba la mesilla de noche con un brazo y mi kit fotográfico en el otro, en la mochila. A esa hora ya sólo quería terminar. El calor me estaba cegando. Estaba harto!. Veía flashes de luz, imagínense. Entonces me paré y noté como una nube pasaba ocultando el sol – bendita sea - y la luz del día bajó de intensidad. Y bajó y bajó a mi alrededor, manteniéndome a mi iluminado, aunque con una luz suave. Me hacía parecer que estaba sobre un escenario, como en un concierto. - ... y ahora aparecerá Frank Sinatra y cantaremos juntos sentados en la mesilla (no me jodas!), esto es lo que me faltaba por hoy!-. De pronto, otro flash y todo se volvió negro. Me desperté en la calle, sobre la mesilla, me sentía como un saco de patatas. Miré el móvil. Las ocho menos diez...


viernes, 6 de junio de 2008

Lenguazón


Si abren mi blog este fin de semana no quiero dejarles con esa española de abajo.


miércoles, 4 de junio de 2008

martes, 3 de junio de 2008

Fin de curso

Ha llegado el final de curso y cierro una etapa.

Ha sido alucinante el recorrido que he hecho hasta llegar aquí.
Lo primero por el compromiso que adquirí desde un principio para que saliese algo que estuviera fuera de lo habitual y, por la sensación que tengo, lo he conseguido.

Lo segundo por lo que me ha costado sacar adelante todo esto, aunque con el tiempo todo ha ido como la seda.

Estoy contento aunque con una leve sensación de vacío. Es lo normal pero no deja de ser inevitable.

Pero el trabajo bien hecho... eso no me lo quita nadie.

Espero acabar con esto, esto y ESTO. Because I worth it.