martes, 22 de julio de 2008

Superhéroes... Controlando la luz del Sol (VII)

El sol se estaba poniendo por el oeste. El día había acabado bien. 

Llevaba un rato pasando olivos. Se me ocurre parar el coche. 
Me doy un paseo. Cojo una rama del suelo y vareo un poco uno de los árboles. Me agacho para oler una aceituna del suelo. Aspiro profundamente. Qué bien huele, ¡Dios! 
Un par de potros salvajes pasan a lo lejos. 
Me siento a los pies de mi árbol mirando como el sol se pierde en el horizonte, esperando por el rayo verde (pero sin mar). Ahí estoy yo, fumando, sentado debajo de un olivo, mientras un largo día termina. Me entra humo en los ojos, me froto. Cuando recupero la visión ahí está mi Sol, de pie, resplandeciendo, mirándome. Espero a que diga algo. Busco algo en su mirada que me diga algo (algo!) pero ahí se queda, quieto, ardiendo. El calor me abrasa aunque el día se está acabando. El sol del horizonte ya no está, sólo mi Sol. Dios, ¡qué calor! 
Agobiado, me limpio el sudor de la cara con la camiseta. Ya no puedo ni respirar. 
Me giro y me despierto en mi cama, empapado en sudor. Miro el móvil, son las 5.01 de la madrugada. Me siento en la cama y me pongo a tararear.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vaquero, me ha gustado

emilio cendón dijo...

Thanks, sistah!
Yihaa!!